domingo, 20 de febrero de 2011

Una Nueva Vida

Ya llevábamos tres semanas en Canadá, todo iba andando a su ritmo, obviamente uno quería que todo fuera YA, pero no, todo tiene su tiempo y su lugar.

Eran ya tres semanas sin congregarnos y eso hace falta, pero la inquietud era saber si existían iglesias cristianas acá. Como no había a quien preguntarle, decidí mirar en internet, y dentro de mi consulta la primera que salió fue la iglesia Nouvelle Vie, y que bonita sorpresa me llevé al ver que quedaba acá mismo en Longueuil, y mas bella sorpresa aun nos dimos al entrar en su pagina web.

La reunión iba a darse el domingo en la mañana, así que ese día fui donde el sr Yves y le pedí prestada su bicicleta porque el camino aunque no era complicado, yo no conocía bien las conexiones de bus, así que opté por ir en cicla y conocer un poco mas.

Llegué a una gran edificación en medio del parque industrial de Longueuil, amarré la cicla y entré. Mi sorpresa fue inmensa, la iglesia estaba llena de gente, muy llena. Me dirigí a la recepción y les comenté que había llegado recién, entonces la señorita que me atendió llamó a un pastor y este me hizo un tour y me explicó varias cosas de la iglesia. Luego tomé asiento en medio de su inmenso salón de reuniones y me dispuse a escuchar la predicación (si, en francés!).

El mensaje fue muy bonito, la reunión fue tremenda, la alabanza me conectó de inmediato; en esos momentos comencé a comprender muchas cosas… comencé a entender el porqué de esa idea fija en nuestros corazones de venir a vivir a Longueuil y no quedarnos en Montreal, de porqué sentía yo tanta paz las veces que vine a Longueuil antes de encontrar el apartamento, de porqué todo se nos había dado de la manera como se nos había dado hasta el momento. Sentía el respaldo completo de Dios.

El MICC

Los primeros días en Canadá nos pasó algo muy curioso, la mente se nos nubló con todo lo que respecta a las diligencias que hay que hacer, por mas de que las habíamos preparado, no recordábamos nada de lo que tocaba hacer, o al menos el orden en el que se recomendaba hacerlas.

Un día decidimos tomar camino al MICC de St Lambert, sin una cita previa. Llegamos allá, hicimos una mini fila y cuando fue nuestro turno le dije a la señora: “acabamos de llegar a Canadá!”. Ella se quedó mirándome con las cejas arqueadas como esperando saber algo mas… yo no sabia que mas decirle, el momento se sintió eterno debido al silencio, hasta que ella dijo: “quieren una cita de bienvenida?” y asentimos. Nos pactaron una cita, en la cual nos explicaron de nuevo las cosas por hacer, además de ayudarnos a llenar algunos formularios que aún no habíamos llenado como los de la francisación y los de la ayuda para los hijos. Además, nos invitaron a una reunión de información sobre la realidad socio-económica de Quebec, la cual estaba pactada para la siguiente semana.

Con Mafe decidimos que fuera yo, y que ella se quedaba con Mateo.

Asistí muy puntual, nos sentamos a modo de mesa redonda, el panorama era bonito, personas de todas las etnias, razas y credos allí sentados con la misma expectativa, con un corazón lleno de sueños. Las charlas comenzaron a desarrollarse, y realmente me comencé a sentir incomodo, pues a ratos me perdía en la comunicación, había cosas que no entendía o sencillamente me sentía apabullado para hablar, pues alli había gente de Camerún, Congo, Marruecos, etc, que dominaban el francés y me hacían reflexionar sobre el nivel tan alto de competencia que había para el momento de afrontar el mercado laboral. Cuando llegó la hora del almuerzo yo había entendido que allí nos lo iban a proveer, pero comencé a ver que todos sacaban sus loncheras… menos yo. Me fui a un IGA que había frente al edificio del MICC, pero la búsqueda de almuerzo se hizo eterna, el problema es que iba con muy poco dinero y tampoco era el hecho de comer cualquier cosa, porque tenia mucha hambre. Por fin encontré una lasaña de carne a un módico precio, pero como dice el viejo y conocido refrán: “lo barato sale caro”, toda la tarde me la pase en el baño del MICC vomitando, la lasaña me había sentado realmente mal , así que decidí irme para la casa y descansar.
Al segundo día de conferencia no asistí, porque me sentía aun un poco mal, tenia dolor de cabeza y el estomago resentido. Al tercero, hubo varias charlas de diferentes regiones de la provincia y de la mano de obra que allí se necesita, yo seguía con la misma presión de ver en ocasiones lo complejo que se torna el idioma y de ver como hay gente que lo domina. Ese día hizo bastante frío, mucho mas que los anteriores, cuando me subí al bus de regreso comenzó a nevar, era la primera vez que veía nevar en mi vida, fue espectacular, me sentía como un niño, estaba muy contento, no veía la hora de ya estar en la casa y compartir ese momento con Mafe y Mateo. Llegué y ellos también estaban muy contentos.

Eso me subió el animo ese día.

Vida en Familia

Paso la semana y nos pasamos a nuestro apartamento, el cual quedó espectacular con el cambio de pisos, realmente Dios nos estaba acompañando de una manera muy linda. Comenzamos a organizar nuestras cosas y la sensación de felicidad era tremenda, por primera vez íbamos a vivir sólo los 3 como una verdadera familia.

Obviamente no teníamos muebles ni casi nada, pero el hogar se llenaba con nuestro amor. Durante los siguientes días comenzamos a buscar las cosas pero realmente se nos salían del presupuesto pues de verdad que el bolsillo se nos resintió bastante con esas dos semanas en Montreal, pues en dos semanas se nos fue el dinero presupuestado para todo un mes…

El sr Yves nos doto de algunas cosas como cama, comedor y un sillón para la sala, pero nos estaba urgiendo mucho conseguir lavadora pues la ropa sucia de Mateo ya se contaba por montanas. Durante esos días comencé a hacer el ejercicio de buscar en Kijiji.ca y encontré un anuncio de hacia como 4 meses de un combo de lavadora y secadora de no mas de 2 años de usadas, con el sr Yves hicimos el contacto, el me prestó su bicicleta y fui a verlas. El sr que me recibió me las mostró al detalle, era un electricista que tenia su hogar impecable y se notaba que cuidaba muy bien sus cosas, además me dijo que me podía dar garantía; acordamos el precio (realmente muy económicas) y quedamos en que yo lo llamaba para cuando las pudiera ir a recoger; así fue, a los dos días conseguí un camioncito y le llamé, fui por ellas y el las tenia listas, yo le di las gracias y el me dijo: amigo, si el buen Dios existe, estos aparatos eran para ti! (cuando sabes que Quebec es una provincia donde su gente se considera atea o simplemente lejana a toda expresión de religión, te sorprenden palabras como las que él pronunció), pues resulta que él no las había vendido hasta la fecha, no por falta de clientes, sino porque él decidía a quien venderle, pues no era por dinero.

El me acompañó hasta el apto y me ayudó a instalarlas, realmente se portó muy amable.

Nosotros seguíamos construyendo esta vida familiar, y realmente fue una etapa muy bella; además el hecho de tener yo que salir a buscar las cosas, de administrar el dinero, de hacerle frente al clima (era el final del otoño y realmente es un frío que jamás habíamos experimentado) , me hacia sentir en mi rol de padre, de protector, de dador.

domingo, 6 de febrero de 2011

Sr Yves

Un hombre alto rubio me recibió en la puerta, se le veía contento de verme, me hizo pasar y me mostró el apartamento de él… de él???? Yo no sabia que la cita era para ver el apartamento de él, y en realidad el estaba buscando quien lo tomara, pero dentro de un mes y nosotros lo necesitábamos YA!, además el precio se nos salía del presupuesto. Yo le explique todo eso y el vio la tristeza en mi rostro y me dijo que esperara, me invitó a almorzar, conversamos de muchas cosas y luego hizo una llamada.

Al rato sonó su citófono y me dijo: ponte la chaqueta que nos vamos!!!…. -Nos vamos??? - pensé yo, - a donde!!!???-

Igual lo seguí, me presentó dos amigas, nos subimos al carro de una de ellas y arrancamos nuestro largo viaje de… 2 cuadras. Nos bajamos en un bonito y modesto edificio y al rato llegaron una pareja ya mayores de edad que hablaban un francés con acento italiano. Entramos a ver el apto, y la verdad no era lo que yo esperaba, pues el piso de la habitación principal estaba levantado por culpa de una humedad, y el de la cocina era en caucho negro y no era lo mas bonito que haya yo visto. Me preguntaron que si lo quería tomar, pero soy un hombre de decisiones lentas, así que les dije que quería que mi esposa también lo viera para entre juntos tomar una decisión, ellos apenas se miraban entre si y concertamos otra cita para el sábado.

De regreso al apartamento del Sr Yves, el me decía que esa era una muy buena oportunidad, porque el precio estaba dentro de lo que yo buscaba, además que en esa época del otoño es muy difícil encontrar buenos apartamentos. Al salir de su casa, me puse de rodillas y le dí gracias a Dios por todo lo que habia pasado ese día, además le pedí que si ese era el apartamento que El quería para nosotros, nos diera una señal.

El sábado regresamos ya con Mafe y Mateo, llegamos a la hora convenida, de nuevo llegó la pareja italiana, les presenté a Mafe y vimos el apto de nuevo, yo no hacia sino mirar la cara de Mafe, quien al ver el mismo problema de los pisos se le vislumbraba la tristeza y la frustración en el rostro… al ver eso, en mi mente le volví a pedir a Dios que nos diera una señal, en esas llegó Gustavo, un amigo peruano del sr Yves, que nos iba a ayudar traduciéndonos cualquier cosa que no entendiéramos, el sr Yves nos lo presentó y el comenzó a escuchar lo que decían los propietarios que hablaban y hablaban en su italo-frances hasta que nos dijeron algo que no entendimos, pero Gustavo nos tradujo que: -Si queríamos tomar el apartamento, podíamos separarlo pagando la mitad en ese momento, pero que solo nos podíamos pasar a vivir allí hasta dentro de una semana, porque ellos habían decidido hacer el arreglo de la humedad y cambiar los pisos totalmente-

…. Sin palabras.

Solo faltaba un pequeño detalle: una semana mas donde Gail?? Nos iba a salir demasiado costoso!. El sr Yves lo resolvió ofreciéndonos hospedaje en su apartamento durante esa semana a solo 100 Cads.

sábado, 5 de febrero de 2011

Yo quiero mi milagro

Mientras estábamos en la casa de Gail, en Montreal, el dinero se nos estaba yendo como quien lo tira por el sanitario, pues definitivamente el costo de vida es diferente al que estábamos acostumbrados. Además, como no encontrábamos rápido apartamento nos tocó seguir otra semana mas con Gail y pues su precio estaba bien por una semana, ya dos se hacia un poco costoso, pero ni modo, tocaba. Un amigo de ella nos mostró un apartamento 3-½ en Verdun, yo había leído al respecto de ese barrio y la verdad no tenia las mejores referencias, pero era el primer apartamento que podíamos ver y pues el precio no estaba muy alto… pero no, no nos convencía, Mafe estaba un poco presionada y me decía que lo tomáramos, yo le hice caer en cuenta que el contrato era por un año y que puede que ahorita por el afán se vea como una buena opción, pero con el tiempo esa decisión se nos puede volver en nuestra contra. Con una tímida Fe le dije: yo se que Dios nos va a dar algo muy lindo para los 3.

Obviamente yo también estaba preocupado por ello, por el tema de la vivienda, pero tenía Fe de que Dios tenia algo para nosotros (en quien mas podíamos confiar?). Y ahí fue cuando todo comenzó a pasar. Ali, uno de los co-locatarios de la casa de Gail, nos preguntó si ya habíamos encontrado apartamento, le dije que no, pero que nos gustaría mas en Longueuil (hasta la fecha no conocíamos Longueuil, pero era una idea casi obsesiva que yo tenia en la cabeza), el nos ofreció su computador para que miráramos y buscáramos apartamentos en Longueuil vía internet; lastimosamente su desinteresada acción no tuvo repercusión, pues a los que llamábamos nos decían que ya habían sido arrendados o caíamos en el “Lost in Translation”.

Varias personas nos contaban sus historias de cómo habían encontrado apartamento y demás, esa noche yo le decía a Dios: quiero mi milagro!!!

Al día siguiente decidimos irnos a Longueuil por nosotros mismos a ver si personalmente era mas sencillo que por teléfono. Tan pronto salimos del terminal, yo sentí una paz inmensa, y con Mafe dijimos: aquí es donde queremos vivir!. Caminamos un par de cuadras pero empezó a llover así que no fue mucho lo que pudimos hacer, pues decidimos regresarnos al terminal y retornar a Montreal, aunque a la larga fue mucho lo que ganamos con esa ida, pues en nuestros corazones se sembró la convicción de que era en Longueuil donde íbamos a vivir.

Esa noche, Gail nos preguntó sobre el apto en Verdun, le contamos que lo habíamos descartado, e hicimos hincapié en que queríamos vivir en Longueuil, ella nos dio argumentos de que Montreal era mejor, pero igual nos dijo que ella conocía a alguien que nos podía ayudar en Longueuil.

Pasaban los días y ella no encontraba el dato de la persona, hasta que por fin, nos llamó y nos dijo que teníamos una cita con un tal Yves, pero que él sólo hablaba francés. Ce n'est pas problem!

Decidimos que solo yo iba a ir a la cita, cuando llegue a Longueuil volví a tener esa bonita sensación de paz, tomé el bus y lo que veía por las ventanas me gustaba, me bajé en la esquina indicada y llegué al edificio del sr Yves.

Un año después…

Me acuerdo cuando era pequeño y en las telenovelas o en las series aparecía el letrero de “Un Año Después…”, era intrigante saber que había pasado con los personajes en ese hipotético brinco de tiempo, uno se emocionaba por saber si los buenos seguían siendo buenos, si los malos habían aprendido la lección, cuánto habían crecido los niños, etc. Pero quizá lo que mas causaba curiosidad era por saber de que manera les había sonreído el destino a los protagonistas…

… Bueno, pues ha sido un largo año en donde nuestras vidas han cambiado de una forma tremenda, en donde día a día hemos agradecido a Dios por la manera en que nos ha cuidado y nos ha guiado, y sobre todo por la manera como nos ha hecho crecer como personas, como familia y como cristianos.

Si bien no es fácil emigrar y comenzar de ceros tu vida, estar de Su mano te da una tranquilidad tacita, que esta ahí permanentemente y que te permite descansar en El.

Que ha pasado?… de todo, pero siempre cosas muy positivas, y en cada una de ellas está siempre visible la mano de Dios; que cada uno juzgue, he aquí el relato:

sábado, 20 de febrero de 2010

La búsqueda del parque

Al día siguiente Mateo estaba muy inquieto, no era para menos llevaba dos días sin ir a un parque, quería jugar, quería correr, quería su “Paque“!

Mafe se quedo haciendo el almuerzo y yo decidí salir a explorar con él, como a la cuadra me pidió que lo alzara, y caminamos, caminamos, caminamos, y nada que encontrábamos un parque… por fin vimos uno, pero era privado, hacia parte de un bloque de viviendas.

Encontré una oportunidad para foguearme de nuevo en francés, ya que con Gail solo habíamos hablado en inglés, en el parque de dicho conjunto había unas personas preparando una comida con motivo de una celebración, yo les pregunte que si Mateo podía jugar allí, ellos me dijeron que era un parque privado, yo les conté que el quería ir a un parque pero que no encontrábamos ninguno y que al ver los juguetes y los juegos se había puesto muy feliz; acto seguido, una señora dijo: yo se lo que es eso, entren!

Pasamos una hora muy rico jugando en el rodadero, los columpios y con una pelota que nos prestaron. Verlo tan feliz, me puso muy contento a mi.

Primera salida



A eso de la 1 pm del sábado, llego Mabel, ella quedó de acompañarnos al supermercado, para mostrarnos el camino y orientarnos con algunas compras. Fuimos al SuperC… bonito, limpio; los precios nos tenían locos pues no era fácil acostumbrarse a los dólares.

Dios mío, que hice?

En sólo 5 segundos de análisis pude diagnosticar lo que sentía… me estaba deprimiendo, no por la lejanía de la familia pues realmente no soy muy apegado a la gente que digamos, sino mas bien era como si todos los temores a lo nuevo se me hubieran despertado en ese momento, además sentía una responsabilidad, la responsabilidad por la vida de ellos dos.

Yo quería sentir tranquilidad, pero no podía, quería darle valor a todo lo que habíamos logrado, pero a veces tu mismo eres tu peor critico.

A las 8 pm se despertaron los dos, comimos, y de nuevo Mateo se quedó profundo. Seguido por Mafe y yo aún no lograba conciliar el sueño… me puse a orar como jamás lo había hecho y logré estar tranquilo, a la 1 am me dormí vencido por el cansancio.

La casa en Ropery

Llegamos por fin a una casa de dos niveles, en un barrio tranquilo, descargamos las maletas del carro y a medida que las íbamos metiendo a la casa me era inevitable salir cada nada a ver si las que faltaban por entrar aún seguían ahí (bueno, no me pueden juzgar no llevábamos mas de medio día en Canadá, y dejar los malos vicios era complicado).

Luego, Gail nos mostró los espacios de la casa que podíamos usar, nos instaló en nuestra habitación, se despidió y se fue. Nosotros nos quedamos organizando algunas cosas que fueran necesarias de primera mano, Mateo se recostó y se quedó dormido de inmediato, yo me recosté a su lado, mientras Mafe y Mabel iban a comprar algo para nuestro “almuerzo”, y de paso le iba a mostrar un poco los entornos de nuestro alojamiento temporal.

La verdad yo aunque quería, no podía dormir, llegó MaFe y se recostó de inmediato, y me demoré mas en saludarla que ella en quedarse dormida… yo seguía sin poder dormir.

La verdad aquello que me picaba, ya se estaba tornando harto, y en ese momento estaba comenzando a comprender qué era…

domingo, 24 de enero de 2010

Gail Sabraw

Hi Everybody! Fueron las primeras palabras de Gail (la persona que nos recogía en Montreal).

Gail es conocida mundialmente, y en Colombia las opiniones sobre ella eran demasiado divididas, por lo que no sabíamos que esperar de la estadía en uno de sus alojamientos. Nosotros recurrimos a ella, porque faltaban dos semanas para nuestro viaje y no encontrábamos nada, además que tampoco queríamos arrendar a un año sin conocer el lugar, las condiciones del inmueble, etc.

Durante el recorrido desde el aeropuerto hasta la casa, ella no paró de hablar, yo no quería casi prestarle atención por lo que estaba tan cansado, además tenia a Mateo alzado y trataba de concentrarme en él para que se comportara juicioso dentro del carro. MaFe que maneja el ingles mejor que yo, iba conversando con ella y con Mabel.

La primera impresión de Montreal fue tremenda, todo limpio, todo organizado, el comportamiento vehicular en las calles me tenia sorprendido, en fin, hasta ahí iba maravillado, pero había algo que me picaba…

De un momento a otro Gail se detuvo en un edificio del gobierno.. Creo que por LaSalle, y nos dijo que ahí podíamos hacer la primera vuelta, el NAS, que ella nos iba a esperar en el carro, y que fuéramos a hacerla cuanto antes. La verdad no lo esperábamos, como les decía, íbamos súper cansados y con mucho sueño, ya eran casi las 2 de la tarde y no habíamos almorzado; pero igual esa era una oferta que no podíamos rehusar, así que hicimos caso e iniciamos la diligencia, la cual no tardó mas de 1 hora, pero fue una hora eterna debido al agotamiento que llevábamos. Mabel nos colaboró estando con Mateo mientras nosotros adelantábamos todo lo referente al NAS.
Acto seguido, volvimos al carro de Gail y ella siguió hablando sin parar hasta que por fin llegamos a nuestro alojamiento temporal.

Pierre-Elliot Trudeau



Gracias a Dios desde que habíamos comprado los pasajes, yo había previsto una conexión de 4 horas, y el tiempo fue suficiente debido a todos los contratiempos que vivimos en el aeropuerto de Toronto.

Nos quedaba casi una hora, como les decía, Mateo estaba super activo y no era para menos, así que saqué fuerzas de donde no quedaban y traté de pasármela todo el rato con él mientras que MaFe se quedaba con el equipaje de mano. Caminé detrás de Mateo por toda el ala de conexiones del aeropuerto, mucha gente lo saludaba, le sonreía, el se maravillaba con muchas cosas, y yo estaba que me caía del sueño.

Jugando con él, algo le llamó la atención en el suelo, era una placa en bronce con una frase inscrita en ella, decía algo así como: Y todo inició con un sueño, el sueño de volar alto….
Me fue inevitable dejar correr un par de lagrimas, viendo reflejada en esa frase toda la ilusión del proceso, de nuestro proceso; leer esa frase me trajo miles de recuerdos de los últimos dos años, de esos dos años enteros de proceso que vivimos.

Ya no di mas y me fui a sentar junto con MaFe, pusimos a Mateo en el coche y se quedo dormido, MaFe se recostó sobre mi hombro y se durmió también… yo no pude por estar cuidando de ellos y de las maletas (quede paranoico después de la cuasi-perdida que habíamos vivido). Ese, fue un momento muy bonito, porque los veía tan vulnerables, y me veía desde una perspectiva en tercera persona y sentía que Dios estaba allí velando por nosotros de la misma manera.

30 minutos después, abordamos el vuelo de conexión, otros 30 minutos después ya estábamos en el aeropuerto Pierre Elliot Trudeau de Montreal, el cual es mas pequeño y por lo tanto mas fácil de manejarse en él.

Me quedaba solo una gran incertidumbre: quién nos iba a recoger en Montreal, si yo había perdido el teléfono de la persona?, y peor aún, cómo haríamos para llegar a donde teníamos que llegar si yo había perdido también la dirección?. Como seria mi preocupación, y el estado de somnolencia, que estábamos a 10 metros de la salida del aeropuerto, cuando de pronto me di cuenta que algo faltaba… y grité: Las Maletas!!!!!, habíamos olvidado reclamarlas, pero todo se solucionó fácil, hablé con un agente de Air Canadá (mi primer fogueo en francés) y en menos de nada, ya las teníamos con nosotros.

Decimos irnos hacia el ala de comidas, a pensar a ver que hacíamos y si era necesario, de pronto abrir las maletas ahí y continuar la búsqueda del papelito con los datos de la persona y/o la dirección del alojamiento temporal. De repente, de frente me topo con Mabel… si, nuestra vecina de Bogotá, quien hacia un mes estaba en Montreal. El alma me volvió al cuerpo, porque realmente estaba ya estresado de pensar cómo hacerle y para donde coger.

Mabel le había dicho a MaFe que de pronto iba a buscarnos en el aeropuerto, que iba a averiguar como llegar hasta allá a ver si podía, yo había descartado esa probabilidad, pues la veía muy relativa y lejana; pero gracias a Dios si llegó, pues era ella quien nos había hecho el contacto de la persona que nos arrendó temporalmente el alojamiento, por lo tanto ella tenia su número de celular y la dirección!
Acto seguido, ella llamó al contacto y la persona estaba afuera esperándonos.

viernes, 25 de diciembre de 2009

Pearson International Airport

Cuando llegamos la alegría fue inmensa, pero estábamos en un shock tremendo, aunque no dijimos nada, teníamos susto… llegamos?

No se si sea general, pero lo que nosotros vivimos en ese momento se podía describir como un sentimiento de desarraigo y soledad tremendo, nos invadió el susto a lo nuevo: obviamente, no lo hablamos, pero se sentía entre nosotros, porque había un silencio tremendo e inhabitual… íbamos por el Gate empujando el coche y jalando las maletas de mano y la pañalera, era muy incomodo, pero no tanto como el sentimiento que teníamos, hasta que de pronto el silencio que nos invadía fue roto por una tierna voz que decía: Lindo!

…era Mateo, quien maravillado con el techo del aeropuerto y sus imponentes columnas soltó espontáneamente esa palabrita. Desde ahí tomamos otro aire y de manera implícita nos recordó porque hacíamos todo lo que estábamos haciendo.



Seguimos a todo el mundo, porque no sabíamos para donde teníamos que ir, llegamos a inmigración a hacer una fila eterna, pues teníamos mucho sueño y Mateo estaba muy despierto.
Llegamos a donde el agente de inmigración que nos dijo: osjhc osidhc osdhc!, yo le dije: excuse me?, y él volvió a decir: osjhc osidhc osdhc! Pero con un genio tremendo, yo no me deje amedrentar y le dije excusez-moi?, el tipo nos dijo: FRANCES EN LA OTRA VENTANILLA!!!!! (ahí si en un muy claro y gritado inglés).
Bueno ni modo, buscamos otra ventanilla menos ocupada, nos atendió una señora a la cual si se le entendía y estaba de buen genio. De ahí, pasamos a otra sala, siempre persiguiendo a la gente, a hacer otra eterna fila, antes de que nos llamaran, tocaba justo cambiarle el pañal a Mateo, por lo que MaFe se ausento mientras yo esperaba y preciso me llamaron… obvio eso nos retraso mucho, porque ellos debían estar presentes. Aunque yo le estaba entendiendo, la agente optó por tener ahí una traductora, resulta que estando ahí, ella me pidió una dirección de residencia para enviarnos las tarjetas de residencia permanente… me busque y me busque en los bolsillos, en la maleta de mano, en mi canguro, en todo lado y no encontré el bendito papel donde la tenia anotada, y no solo eso, también tenia ahí anotado el numero de teléfono de la persona que nos iba a recoger en Montreal!!!!!, el papelito jamás apareció…
Bueno, ni modo, cuando por fin llegaron MaFe y Mateo del baño, me tocaba llevarlos a la misma ventanilla para que MaFe firmara y para mostrar a Mateo para dar Fe de vida, alcé a Mateo para que la agente lo viera y Mateo de inmediato le frunció el seño lo cual la hizo reír, diciendo: jamás había visto a un bebe haciendo así.
Por culpa del incidente del baño fuimos los últimos en salir de esa sala y ahí si ya no podíamos seguir a ningún grupo de gente, a valernos por nosotros mismos.

De ahí a tomar las maletas, donde?, pues siguiendo letreros llegamos, realmente no fue complicado… el problema? El espacio era muy grande y casi no quedaban maletas, por lo que encontrar las nuestras fue todo un problema. Yo estaba muy angustiado, porque nada que aparecían, hasta que de pronto apareció una, luego otra y así sucesivamente, aparecieron todas menos dos, las mías!

Corrí de un lado al otro de la sala y nada, fue mucha adrenalina utilizada en ese momento, me dirigí a un agente de policía y le comenté, pero realmente él no podía hacer mucho, me dio por mirar uno de los carritos llenos de maletas y allá las encontré debajo de todas las demás… muy sospechoso, porque ese carrito entero era de una familia colombiana también, y las mías estaban marcadas con assist-card y las de ellos no… en fin, lo importante es que aparecieron.

A esperar ahora la conexión a Montreal, muertos del sueño, histéricos, estresados y con Mateo super activo.

El vuelo

Teníamos mucha expectativa con el vuelo, porque era la primera vez que MaFe volaba en avión y era mi primera en un vuelo internacional: además, no sabíamos cómo iba a reaccionar Mateo a ello.

Por recomendaciones de varias personas, le habíamos comprado un jueguito nuevo, para que la novedad lo distrajera en el vuelo, pero menos mal en pleno vuelo no lo encontramos porque resulto ser un jueguito muy ruidoso y hubiésemos molestado a mas de uno.

Optamos por ponerle videos de los Back Yardigans en las pantallas del avión… que siempre que lo tenían atento, se reiniciaban las benditas. Pero al rato se durmió y como no tenia silla para el, nos toco turnárnoslo alzado. Nosotros no dormimos nada.

Llegamos a Toronto y ahí empieza otra aventura.

El día

El 24 de Septiembre era el día D, fue un día muy convulsionado, había cosas aún por hacer, aún faltaba cambiar algún dinero por dólares canadienses para poder tener algo de efectivo en el momento de llegar a Toronto y luego a Montreal, faltaba terminar de empacar las maletas, aunque en eso recibimos la tremenda ayuda de la familia Bortfeldt Orjuela la cual fue invaluable en ese momento tan importante.

Había algo con lo que no contábamos ese día, un ingrediente extra… nuestras emociones, nos sentíamos como en una montaña rusa de sentimientos, a ratos estábamos eufóricos, a ratos enojados y ansiosos, al poco rato estábamos muy tristes.

Yo fui desde temprano a hacer la diligencia del cambio de dinero, pero lastimosamente en los lugares que conocíamos estaba imposible conseguir la divisa, me llevo casi toda la mañana, hasta que decidí irme para la Hacienda Santa Bárbara, movido por la lógica de que si dicho centro comercial queda frente a la embajada, obviamente sus casas de cambio deben tener la divisa. Iba muy tranquilo camino hacia allá, y faltando apenas una cuadra, sentí que mi celular vibraba en mi maleta, estaba tan estresado por el tema del cambio de dinero, que opte por no contestarlo… a la vez ví que una señora me estorbaba mucho el paso, me movía para la izquierda y ella también, para la derecha y de nuevo me bloqueaba el paso, ocurrió que en menos de un segundo una segunda persona salió de la nada y le robó el celular a una muchacha que iba adelante mío caminando, y la mujer que me estaba bloqueando el paso era cómplice del robo… trate de atrapar al sujeto pero se metió entre los carros y nada pude hacer, al segundo como si supieran llego la policía y aunque yo tuve la intensión de hacer algo, ellos “no quisieron” hacer nada al respecto. Menos mal no conteste mi celular segundos antes, y menos mal esa misma noche me iba de Colombia… pues exactamente cosas como esas son las que me recordaban cada nada que lo que hacíamos era por buscar tranquilidad, seguridad y paz.
Al final, si pude cambiar mi dinero, conseguí los canadienses (aunque la tasa de cambio me castigo muy duro) pero ya tenia en mi bolsillo algo así como 160 Cads, aunque salí con una paranoia de persecución después de lo vivido momentos antes con el cuento del robo del celular.

Llegue a la casa, almorzamos, ultimamos detalles, cada vez llegaba mas y mas gente a acompañarnos. Quizá uno de los momentos mas duros fue cuando llego el sobrino de MaFe, quien apenas vio las maletas se ataco a llorar… Lo mismo ocurrió con mi suegro y casi que iba pasando con cada uno de los que iban llegando.

A las 6pm llego la Van que nos iba a llevar al aeropuerto, metimos las maletas, nos subimos todos y ahora si, a mirar por ultima vez por las ventanillas las calles que en mucho tiempo no íbamos a recorrer de nuevo.

MaFe y yo estábamos mas bien tranquilos de camino al aeropuerto, los demás estaban muy callados y tristes.

Llegamos, hicimos el check-in y después a esperar… esperar de nuevo en medio de la montaña rusa de emociones, llego el momento de embarcar, ultima llamada y las lagrimas no pararon de correr hasta que traspasamos la puerta… desde ese preciso momento, quedábamos en las manos de Dios.

sábado, 14 de noviembre de 2009

No mirare atrás!

Durante las múltiples diligencias que tocaba realizar, como casi siempre me tocaba hacerlas solo, mientras MaFe se quedaba con Mateo, optaba por la compañía de la música en el celular, como saben soy un rockero clásico, así que tenia música de Hendrix, Queen, Pink Floyd, The Who, Cream, etc; un día, estaba en un bus en pleno trancón por la carrera séptima debido a una manifestación de apoyo a el presidente Uribe y de rechazo a Chávez, hasta ese momento el tema ya me tenia exasperado, porque llevábamos casi 2 o 3 años con ese tema como novedad, dividiendo a los dos países y confundiendo a los ciudadanos…

… Estaba ahí sentado en ese bus, escuchando música, cuando de pronto comenzó una canción que se convirtió en el himno de esas ultimas semanas… Baba O`riley!

Fue inevitable dejar correr un par de lagrimas al escucharla y ver por la ventanilla del bus todo ese «baldío adolescente»… Sally (MaFe) toma mi mano, viajemos al sur (norte) crucemos la tierra, déjalo todo y no mires atrás… el éxodo apenas comienza….vamos juntos antes de hacernos muy viejos…

Las despedidas

Tuvimos varias invitaciones de despedida, de hecho nos tocó agendarnos para poder organizar todo, ya que no solo eran despedidas sino también las diligencias de papeles, además de que el clima en Bogota estaba muy lluvioso y Mateo seguía enfermo, por lo que no podíamos ir a todo con el, de hecho el doctor le dio un mes de incapacidad por lo que decidimos retirarlo de una vez del jardín infantil.

Las despedidas comenzaron bastante suaves en cuanto a lo emocional, amigos, familiares en tercer grado, luego los de segundo… hasta ahí íbamos bien, comimos muy rico, comimos mucho, comimos mejor de lo que se come en Diciembre; compartimos momentos muy ricos, charlamos del proceso a Canadá y de las cosas que sabíamos del país hasta el agotamiento… de hecho llegaba el momento en que no queríamos hablar mas de eso. A la par seguíamos haciendo todas las diligencias de autenticación de papeles, pasando de fila en fila, momentos interminables de burocracia, pero así es la vida!

Cada que mirábamos el calendario, nos dábamos cuenta de lo cerca que estábamos de irnos y de lo apretado que se volvía el tiempo para hacer todo lo que queríamos… en lo personal, yo estaba en un dilema muy grande, había dos despedidas que se me cruzaban, una general con toda la familia de MaFe (o al menos así me lo habían planteado) y otra en el apartamento de mi hermana, con el marido de ella y mi mama… situación dura, porque se nos cruzaba todo para el mismo fin de semana, y mi hermana trabaja los sábados también… gracias a Dios todo se pudo solucionar.

Y realmente esas fueron las mas duras, las de los parientes mas cercanos, las de tu familia directa… las que te hacen recordar lo especial que eres para ellos y te hace ver la despedida como el inicio de un desapego… es duro, muy duro. Las despedidas tienen un ingrediente especial que las hacen complicadas, y es que cuando vas a una de ellas, tu renuevas sentimientos con la persona que te invita… no se si me hago entender, pero hay gente con la cual uno muy de vez en cuando se habla, gente a la que uno quiere, pero de una manera pasiva, sencillamente sabiendo que hay un lazo afectivo y ya, pero cuando los ves en una despedida, renuevas todo ese amor que sientes por ellos y tan pronto cruzas la puerta de su casa al salir, ya comienzas a extrañar a esa persona, cosa que no te pasaba antes.

En la despedida general (donde estuvieron todos y todas), Mateo se robo el show, hasta se echo la gaseosa por la cabeza solo para hacer reír a la gente, bailo con los mariachis que nuestras madres contrataron, y eso fue otra cuestión muy emotiva, ya que una de las canciones que ellas eligieron fue Un Beso Y Una Flor, de Nino Bravo… wow, sin palabras!, estábamos para recoger con cuchara esa noche.

Tiempo de decir adiós…

Quizá la etapa mas dura y la que mas habíamos menospreciado era la de las despedidas, no caímos en cuenta de ello hasta que por fin compramos los pasajes.

El día que recibimos la llamada de la embajada, fue el mismo día que tuvimos que recoger los pasaportes visados, la emoción era tremenda, ese día tuvimos la suerte de contar con un carro que nos presto un amigo muy allegado y así pudimos desplazarnos mas cómodamente a la embajada canadiense. Recogimos nuestros pasaportes (era mas la emoción en torno a ello que la ceremonia de recepción), salimos de allá con una emoción tremenda, por fin lo que tanto esperábamos estaba en nuestras manos y nada ni nadie nos podía quitar la felicidad.

De camino a la casa comenzamos a llamar a todo el mundo por el celular para contarles la nueva buena, lo curioso fue que nos quedamos sin minutos rápido y toco comenzar a timbrarle a todos para que nos devolvieran las llamadas y contarles. Las llamadas mas duras fueron a nuestras respectivas madres… para ellas fue alegría, pero les ganaba la tristeza…

Al día siguiente fuimos a comprar los pasajes… la verdad no lo podíamos creer ya teníamos fecha para el viaje, 24 de Septiembre a las 11pm, desde acá comenzaba la cuenta regresiva a nuestro destino.