El saldo del Día del Padre

Fue un día demasiado lindo, de verdad que como había dicho en el post anterior, no estaba esperando nada material sino apenas dos cosas las cuales recibí tan pronto me desperté: una sonrisa de Mateo y un beso de MaFe.

Esas dos cositas vinieron adornadas con dos detalles que me pusieron como mantequilla: una carta de MaFe en donde me resaltaba los valores que como padre he tenido hasta el momento y otra muy bella de Mateo… si, de él, escrita por él… eran mamarrachitos muy tenues sobre una hoja de papel, pero para mí lo fueron todo!

Ese día me cuestioné mucho lo que el día del padre significa, pues mi padre fue y ha sido bastante ausente en mi vida y cuando lo llamaba para desearle un feliz día, no lo sentía con la emoción que se debería, era más por cumplir… y ahora que me tocó ser el protagonista a mí, y que me veo tan rodeado de amor, me doy cuenta que amor sólo atrae más amor. Ojalá algún día mi padre descongele su corazón y se dé una revancha y comience a disfrutar de su nieto y del amor que tenemos para ofrecerle.

Yo sencillamente desde acá le deseo un feliz día del padre a él reconociendo que ser padre no es fácil.

El resto de cosas vinieron por añadidura.

Recuerdan que hice una lista un poco larga, compleja y hasta ambiciosa? Pues Dios me la cumplió muy a su manera, ya que eran cosas las cuales ya había abandonado por mi deseo de recibir tan sólo las dos cosas que ya había enumerado anteriormente:

· Mateo me regaló la loción del catálogo, un rico desodorante y un porta CDs para guardar mi colección de música.
· A mis manos llegó la colección completa de The Who y de Pink Floyd que aunque fue en MP3, fue más de lo que esperaba ya que incluía los ‘rarities’; y para colmo, fue de alguien que ni me lo esperaba, además que ni siquiera fue por el hecho del día del padre.
· En Carrefour encontré un DVD de Benny Hill a precio de huevo ($9000 osea U$5) y ni corto ni perezoso lo compré.
· Esa noche por A&E pasaron el video-concierto de Queen en Montreal. Definitivamente Queen nació para los conciertos multitudinarios como lo destacarían en ‘The Seven Ages Of Rock’; me quedé sorprendido de ver cómo aunque todo el mundo estaba emocionado cantando en el público, nadie estaba de pie, ni perdía la compostura…. Será eso lo que tanto hablan de la frialdad canadiense o será sencillamente el orden y la compostura que tanto les caracteriza?

Muchas Gracias a todas las mujeres de la familia inmediata por habernos hecho sentir tan, como dirían los mexicanos: Padre!