lunes, 12 de enero de 2009

Antes de la entrevista

Para ese día ya teníamos todo planeado, a las 6 am llegaba la tía de MaFe para cuidar a Mateo, razón por la cuál a esa hora ya debíamos estar listos, pues íbamos a aprovechar que el esposo de ella nos iba a llevar en su carro a la entrevista.

No recuerdo bien cómo dormí esa noche, pero tampoco recuerdo haber estado angustiado ni haber dormido mal.

Todo hasta ahí iba perfecto, previendo que el tráfico siempre se pone pesado en las cercanías del hotel donde fue la entrevista, salimos con dos horas de anticipación (la verdad es que soy precavido en extremo), contra todo pronóstico el tráfico fue demasiado suave y llegamos en menos de 20 mins al lugar de la entrevista.

Entramos al Lobby del hotel y allá comenzamos la espera y como dice el dicho: ‘el que espera desespera’, me comencé yo a desesperar, me puse muy ansioso, y comencé a estudiar de nuevo sobre todo información general, como los benditos edificios importantes de Montreal, ya que como arquitecto, no podría quedar mal si me formulaban esa pregunta.
Muy contrario a mí, MaFe estaba demasiado tranquila y eso me sirvió bastante para relajarme un poquito, pero no me alcanzaba yo a imaginar lo importante que sería para mí el hecho de que ella estuviera tan tranquila durante los primeros 5 minutos de la entrevista….

Durante la larga espera (llegamos con casi 1 hora 30 mins de anticipación), bajó un señor de aproximadamente 55 o más años, delgado, canoso y de estatura media, se acercó muy calmadamente hacia nosotros y en Francés nos preguntó que si veníamos a la inmigración, respondimos afirmativamente y luego nos preguntó los nombres, los cuales respondimos, y luego se dispuso a revisar en su lista, al ver que no aparecíamos, nos dijo que quizá teníamos entrevista con su compañera, la cuál según palabras de él mismo era ‘igual de buena persona a él’. Esa pequeña experiencia me ayudó a calmarme un poco, porque nos habíamos podido defender con el idioma y sobre todo habíamos entrenado un poco el oído previo a que bajara JTB.

Pasarían algo menos de 15mins después de eso cuando de nuevo se abrió el ascensor y de él salió una mujer un poco alta, delgada, de tez muy blanca y cabello oscuro, se acercó a nosotros y leyó nuestros nombres de su lista y nos saludó en francés…. Desde ahí había comenzado la entrevista!

La seguimos hacía el ascensor y junto con otra pareja y PG (el mismo señor que nos había hablado anteriormente), el ambiente estaba un poco frío y había que hacer algo para romper el helado hielo, afortunadamente MaFe (que estaba muy tranquila) le dijo: “Nous sommes ravis de faire votre connaissance”, ante lo cuál ella sonrió y nos dijo que de la misma manera para ella, aún dentro del ascensor nos preguntó si habíamos llegado muy temprano, yo le dije que sí, que era previendo el denso tráfico de la ciudad y ella nos dijo que sí, que era una ciudad muy congestionada. Hasta ese momento la otra pareja no había dicho nada, ni siquiera PG, sólo parecía que estábamos JTB y nosotros.
Al salir del eterno viaje en ascensor (y eso que sólo eran 5 pisos) ella nos preguntó si teníamos un hijo, yo no había comprendido nada, pero gracias a Dios que MaFe sí. Entramos a la habitación en dónde estaban dispuestas 4 sillas entorno a una mesa redonda, así que esperamos la orden para sentarnos y ahí comenzó más oficialmente la entrevista

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