Todos los Miércoles y Viernes me encontraba yo con un ambiente terrible en la oficina y me enteraba que no solamente habían estado mi tío y la esposa hablando a mis espaldas los días que supuestamente me habían dado, sino que también habían desautorizado todas mis decisiones en diseño!, simplemente justificados con un: “quien le manda no estar acá!” y eran decisiones que ya estaban tomadas y que con estos “cambios” dados por ellos, las cosas no hacían sino atrasarse más y más, y adivinen a QUIÉN le achacaban todos esos atrasos?
El caso es que se estaba volviendo insostenible la situación, ya no solo estaban hablando mal a mis espaldas, también por la falta de trabajo en diseño me estaban poniendo a hacer oficios de mensajería, ¡habiendo quién los hiciera!, era el colmo, pues tenerme a mí por fuera haciendo nada, le salía más costoso que tenerme en la oficina haciendo lo mismo… pero en fin.
Un día me enteré que me querían sacar, pero la persona que me contó me pidió mucha discreción, porque según lo que había oído, ellos (mi tío y la esposa, sobre todo ella, porque siempre vive resentida con los logros de los demás), querían verme humillado. Es increíble tener que escribir esto, sobre todo cuando se trata de familia… Definitivamente no hay nada más seguro que lo que te da Dios y lo que logras para ti mismo, porque de cualquier lado te pueden dar una patada y sacar cundo quieran.
No lo pensé ni un segundo, me les adelanté y renuncié, y por la actitud de mi tío, me dí cuenta que la información que me dieron no era mentira: me querían sacar, y lo peor es que no era por cuestiones laborales, me dí cuenta por comentarios de él que era más por la cizaña armada por su esposa, la cuál tan pronto me vio, me saludó con una sonrisa en la boca y con un beso en la mejilla, jamás había sentido tanta hipocresía.
Lo peor es que no fue sólo eso, luego me di cuenta que ellos me habían robado plata…. En fin….
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