lunes, 31 de marzo de 2008

La búsqueda

Viajar siempre fue un sueño para MaFe y para mí, cada uno soñaba con lugares diferentes, con culturas tan diversas, pero el común denominador era querer viajar. A nuestra vida llegó Mateo y desde ese momento comenzamos a aterrizar la idea de viajar, pero ya de una manera organizada y sobre todo legal… planeando el futuro.

Toda la vida nos habíamos quejado de las cosas que estaban mal en este país, aunque jamás habíamos intentado siquiera salir de él, es parte del conformismo latinoamericano, en donde te quejas, pero te conformas… pero cuando llega un hijo, te cuestionas si de verdad tu país de origen te ofrece lo que quieres para su futuro y no nos digamos mentiras, el tuyo también. Y es ahí cuando comienza todo, tienes la motivación, el impulso, las ansias… tu vida te pide a gritos que enfoques tus sueños y que comiences a actuar de inmediato.

Comienza entonces la búsqueda: a dónde?



Se inicia el camino a Itaca...

No es sencillo arrancar un proceso no sólo de inmigración, sino de desarraigo y de manejo de la ansiedad. Por eso el título de este Blog, el cuál se inspira en el famoso poema de Konstantino Kavafis.

El paralelo entre el contenido de este poema y las vivencias de un inmigrante antes, durante y después de inmigrar, son bastante apropiados, y ese es el objetivo del Blog: dejar que el alma se exprese en medio del proceso, en medio de la incertidumbre, de los momentos de optimismo y de pesimismo.

Sé que no soy el más original de los originales al titular así nuestro Blog, prefiero pensar que soy uno de los pocos que encontró en este poema un reflejo y una afinidad.

Dejo acá consignado el famoso poema:


CAMINO A ITACA

Si vas a emprender el viaje hacia Itaca
pide que tu camino sea largo,
rico en experiencias, en conocimiento.
A Lestrigones y a Cíclopes
o al airado Poseidón nunca temas,
no hallarás tales seres en tu ruta
si alto es tu pensamiento y limpia
la emoción de tu espíritu y tu cuerpo.
A Lestrigones ni a Cíclopes
ni al fiero Poseidón hallarás nunca,
si no los llevas dentro de tu alma,
si no es tu alma quien ante ti los pone.

Pide que tu camino sea largo.
Que numerosas sean las mañanas de verano
en que con placer, felizmente
arribes a bahías nunca vistas;
detente en los emporios de Fenicia
y adquiere hermosas mercancías,
madreperla y coral, ámbar y ébano,
aromas deliciosos y diversos,
cuanto puedas invierte en voluptuosos y delicados perfumes;
visita muchas ciudades de Egipto
y con avidez aprende de sus sabios.

Ten siempre en la memoria a Itaca.
Llegar allí es tu meta.
Mas no apresures el viaje.
Mejor que se extienda largos años
y en tu vejez arribes a la isla
con cuanto hayas ganado en el camino,
sin esperar que Itaca te enriquezca.

Itaca te regaló un hermoso viaje,
sin ella el camino no hubieras emprendido,
mas ninguna otra cosa puede darte.
Aunque pobre la encuentres, Itaca no te engañó.
Rico en saber y en vida como has vuelto,
comprendes ya qué significan las Itacas.

-Konstantino Kavafis-